El Amante de Olas, no es una novela de surf propiamente dicha. La playa y el asilvestrado mundo de las olas que narro sólo son los pilares que sustentan una historia entrecruzada de personas aparentemente contrapuestas, aunque unidas por un nexo común que ellas mismas y el lector irán descubriendo poco a poco.
Es una tendencia innata en sus escritos ahondar en la psique de los personajes que creo. Un surfer no lo es porque sí. Tampoco un drogadicto o un rockero. Aunque fue escrita por uno, “El Amante de Olas” no es una historia exclusiva para surferos.

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